Crece la construcción y el precio del metro cuadrado gracias al Subte

Barrios como Caballito, Parque Patricios y Villa Urquiza vieron incrementada la cantidad de emprendimientos inmobiliarios gracias a la extensión de las líneas A, B y H. También aumentó el valor del metro cuadrado.

Sin embargo, los vecinos temen por la congestión y porque los servicios públicos podrían no dar abasto. Esta tendencia se ha profundizado en la última década.

A partir de 1979, la red de Subtes emprendió un lento pero constante proceso de expansión de su infraestructura para acercar el servicio hacia barrios que antes no disponían de él.

Al mismo tiempo, se produjo un fuerte aumento en la densidad de población de la Capital, en conjunto con la experimentada por el Conurbano bonaerense.

La Ciudad Autónoma no existe independientemente del Conurbano: los 3 millones de personas que por día atraviesan la General Paz y el Riachuelo nos demuestran que los límites jurisdiccionales no sirven al momento de considerar el planeamiento de la ciudad.

En la actualidad, el Aera Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) ocupa el cuarto puesto de densidad polacional en el continente americano, y el décimo a nivel mundial.

Sin embargo, su infraestructura de transporte no ha crecido lo suficiente para abastecer tal conglomerado humano.

Posee seis líneas de subterráneos que transportan alrededor de 1,5 millones de pasajeros diarios con infraestructura en muchos casos obsoleta y que no ha sido actualizada en sus tramos históricos para recibir los mayores caudales de tráfico que aportan las extensiones en marcha o ya inauguradas.

Al mismo tiempo, siete líneas ferroviarias cruzan la Capital y el Conurbano: las líneas Roca, Sarmiento y Mitre prestan servicios eléctricos en conjunto con ramales diesel, mientras que sólo el Urquiza es completamente eléctrico en sus servicios locales.

En cambio, las líneas San Martín, Belgrano Norte y Sur son completamente diesel. La gran cantidad de pasos a nivel, sumados a la heterogeneidad y antigüedad de la infraestructura, son un gran impedimento a la hora de mejorar las frecuencias sin causar trastornos aun mayores a un ya desbordado tráfico automotor.

Según estimaciones oficiales, se producirán en 2010 unos 700.000 automóviles, pero no se vislumbran obras de magnitud en el AMBA para proveer un tránsito fluído.

Parece mentira que una ciudad de tal envergadura, en comparación con otras aún mucho más pequeñas, tenga una red de transporte ferroviario (subterráneo y terrestre) reducida y obsoleta.

La ciudad de Madrid, que tiene apenas una población de 5 millones y medio de personas, agregó en los últimos 3 años unas 80 estaciones de subte a su ya amplia red integrada de Metro.

Si bien la tasa de natalidad de la Ciudad de Buenos Aires es prácticamente idéntica a la registrada en los...

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Fuente: http://www.enelsubte.com/