La importancia de llamarse ...

En qué medida influye poseer una marca de desarrollador o de producto. Cómo se la genera cuando no se cuenta con una larga trayectoria. Los casos exitosos.

Todos los actores del real estate suelen destacar la importancia de contar con una marca de desarrollador.

Es algo que resulta obvio para los que tienen una trayectoria detrás, pero también para aquellos que en los últimos tiempos consiguieron instalar su nombre en el mercado y ya empiezan a resultar familiares –aunque en muchos casos sus emprendimientos sean de una envergadura mediana–, y más aún los que recién empiezan a darse a conocer.

“Una marca de desarrollador se construye eligiendo un destinatario y un producto”, define el arquitecto Marcelo López, titular del estudio Arquitectónika, que ideó en la última década la marca PH Urbano.

“De este modo, arquitectura, diseño e interés del usuario se alinean. Creemos que, en nuestro caso, la marca es un modo de habitar”, agrega.

Un criterio parecido expone Magali Claro, titular de la muy reciente firma Plus Develop: “Nosotros construimos PHs modernos, innovadores y con detalles de categoría.

Y el comprador siempre es el mismo: parejas jóvenes”, ejemplifica la desarrolladora del complejo Tetris (nombre que es en sí mismo un código generacional), en el todavía poco explorado barrio de Saavedra.

Una vez definidos target y producto, el tercer factor que interviene, según todos los consultados, es el hecho de apuntar hacia un determinado perfil de usuario, que puede corresponder en ciertos casos a un barrio puntual, o a zonas distintas que, así y todo, cuenten con climas e improntas parecidas.

“En realidad, son los intereses de los clientes los que nos llevan a elegir un barrio”, explica López, cuya marca se asentó en Palermo Soho y Colegiales en la época en que el primero de ellos, sobre todo, aún no era decididamente premium como lo es en la actualidad.

En el caso de Plus Develop, Claro cuenta que no construyen siempre en la misma zona, pero intentan generar un nuevo tipo de demanda en Saavedra, Villa Ortúzar o el sector de Villa Crespo más cercano a Palermo, “con características que tienen que ver con cierta edad (juvenil) y un estilo de vida descontracturado”.

En tanto, el arquitecto y desarrollador Fernando Burone advierte que en una marca se deben conjugar trayectoria, respaldo profesional, económico y estratégico. “Y por supuesto, diseño y arquitectura, que cumplen un rol protagónico porque generan deseo y demanda”, agrega.

En términos económicos, Claro subraya que la marca es importante por partida doble, ya que genera confianza en los dos polos de la cadena económica: tanto los compradores como los inversores: “Después de entregar nuestro primer desarrollo, fue mucho más fácil conseguir...

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Fuente: http://www.clarin.com