![]() |
| Vivir en un country |
Calidad de vida / Pros y contras de vivir en las afueras
Countries, un ideal bajo la lupaCasi 290.000 personas viven hoy en forma permanente en 700 barrios cerrados.
Eligieron esa vida para disfrutar del verde y la paz de los suburbios; pero los tiempos de viaje al centro, los crecientes robos y los servicios sin subsidios ponen en duda los beneficios.
Hace tres años, Vanesa vendió su departamento en Villa Urquiza, compró un lote en un barrio cerrado y levantó la casa de sus sueños. Era perfecta para ella, su marido y los dos hijos, que nacieron poco después: mucho espacio, mucho verde, muchos amigos... mucho viaje.
Llegó un día en que el gris del asfalto comenzó a ganarle la batalla al verde: pasaba más de cuatro horas diarias en la Panamericana.
Cuando hizo el balance, concluyó que eso no era vida. Hace un mes y medio, decidió mudarse a Olivos, donde el jardín es más chico, pero puede disfrutarlo ya que pasa menos horas arriba del auto.
Juan Pablo y Soledad Presas hicieron el camino inverso. Hace tres años dejaron su casa en Ramos Mejía y se instalaron en un country de la zona oeste. Están felices. El no niega que el viajecito al centro es lo peor de la jornada, pero el desenchufe que logra cuando llega a casa, bien lo vale.
Cada mañana, los 288.000 habitantes permanentes de los 700 barrios cerrados y countries que hay en el país se reconcilian con la realidad de que vivir en un lugar alejado tiene sus pros y sus contras.
Entre los beneficios figuran la vida lejos del ruido y la contaminación; la posibilidad de duplicar los metros cuadrados y de olvidarse, salvo excepciones, de la inseguridad.
¿Las contras? La distancia, las expensas y el aumento en el costo de vida y la más reciente: la quita de subsidios que prometen cifras astronómicas en el próximo invierno.
Hoy, el 80% de las 90.000 casas que hay en estas urbanizaciones son viviendas permanentes, según cifras que aporta el presidente de la Federación Argentina de Clubes de Campo (FACC), Jorge Juliá.
No obstante, la consultora Reporte Inmobiliario (RI) apunta que en los últimos seis años se desaceleró el ritmo de la apertura de nuevos emprendimientos.
Sólo se sumaron unas 30 nuevas urbanizaciones, sobre todo en las zonas sur y oeste del conurbano, ya que la zona norte, con Pilar y Tigre a la cabeza, es la más explotada.
En cambio, se revirtió el tipo de uso: dejó de ser una casa de fin de semana, algo que caracterizó a la explosión de este tipo de desarrollo inmobiliario en la década del 90. En 2005, el 63% de las casas en...
Seguir leyendo.
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/
